Hay inteligencia artificial, y hay inteligencia general artificial (AGI). El último es una rama del primero.
Microsoft Cortana es definitivamente una aplicación de IA, como todas las aplicaciones de procesamiento de lenguaje natural, pero no es una aplicación AGI, ni aspira a serlo. Ni emplea el sofisticado “aprendizaje profundo”, ni tiene que hacerlo (aunque hay algunos elementos de aprendizaje automático en juego). Las aplicaciones de asistente inteligente están perfectamente bien con Gofai, a partir de ahí es solo una cuestión de ingeniería fina y pulido dentro del presupuesto dado.
Y sabes qué, las aplicaciones económicamente viables reales donde AGI es realmente imprescindible son muy, muy pocas, y mucho menos la inmensa complejidad de construir un AGI, que se compara con un software de inteligencia artificial especialmente diseñado como el USS Enterprise ficticio para las naves espaciales actuales. La reacción de hoy a los gustos de Siri y Cortana tiene tanto sentido como el miedo de los espectadores de L’Arrivée d’un train en gare de La Ciotat o Musicians Wage War Against Evil Robots.
- ¿Cuál es la estrategia de apuestas diarias dobles de IBM Watson?
- ¿Cuál es una explicación intuitiva para los parámetros de entrada para redes neuronales?
- ¿Cómo se puede usar la IA para crear empleos? ¿Es su propósito tomarlos todos?
- ¿Pueden las redes neuronales crear conciencia?
- ¿Cuáles son las mejores startups centradas en la inteligencia general artificial?
Siri, Cortana, Watson son las verdaderas aplicaciones de IA con las que viviremos por un tiempo (de hecho, todavía están en su infancia). No se rebelarán ni ganarán conciencia porque no tienen herramientas para eso. Básicamente son motores de búsqueda más inteligentes.