Hay muchas patentes que cubren “formulaciones” y métodos para combinar materiales para hacer una “formulación”, particularmente en algunos campos donde se necesitan aditivos o catalizadores.
Una fórmula en el sentido de la lista de ingredientes (a diferencia del tipo matemático, que definitivamente no es materia patentable) no es una invención en el sentido requerido por la ley de patentes. Mantener la fórmula en secreto comercial (en la medida en que lo permitan las regulaciones sanitarias) es un proceso más viable para mantener una ventaja competitiva. El ejemplo clásico aquí es la fórmula de la coca-cola.
La debilidad de los secretos comerciales es que no pueden evitar la ingeniería inversa o la invención independiente. Entonces, alguien más puede derivar la fórmula, ya sea a partir de los primeros principios o de una muestra, y aplicarla en su propio producto. Copiar no siempre es sencillo, por lo tanto, Pepsi no es Coca-Cola.
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En resumen, no es aconsejable copiar sin una investigación suficiente sobre los derechos que pueden verse afectados.