1. Al hacer uso de la superposición cuántica, uno podría explorar los diferentes resultados posibles para el futuro y elegir el que prefiera (por ejemplo, el que obtiene el premio por su número de boletos de lotería)
2. Viajando a la velocidad de la luz. Después de cualquier observación, la función de onda se expande como una esfera a la velocidad de la luz, con el pico de su amplitud en el punto de la última observación y cayendo gradualmente a cero en el borde de esa esfera que se expande a la velocidad de la luz. La probabilidad de la próxima observación del “objeto” en cualquier ubicación es proporcional a la amplitud de la función de onda (en realidad al cuadrado del módulo de amplitud). Por lo tanto, la probabilidad de que el objeto aparezca después en cualquier punto de la esfera en crecimiento no es cero. Incluso la partícula o entidad que aparece en el borde de la esfera, aunque infinitamente pequeña, no es cero.
Por lo tanto, la física cuántica podría permitir que esa entidad “viaje a la velocidad de la luz” sin haber viajado realmente, simplemente siendo observada en un punto, entrando en el “mundo difuso de ser una onda que viaja a la velocidad de la luz”, y de repente apareciendo a continuación observado en un lugar que está tan lejos que sería equivalente a haber viajado a la velocidad de la luz.
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