La complejidad y la inteligencia tienen una correlación flexible. Se necesita cierta complejidad para hacer cosas inteligentes, pero no está claro cuánta complejidad se necesita para replicar suficientemente la inteligencia humana. Ya hemos superado el umbral de complejidad para varios comportamientos inteligentes en los que el estado actual de la tecnología supera con creces las capacidades humanas.
Es probable que se pueda lograr una Inteligencia General Artificial (AGI) utilizando un modelo considerablemente más simple que el cerebro humano. Debido a que las neuronas trabajan en grupos, no necesitamos modelar individualmente el 100% de las neuronas, ni siquiera la complejidad total de las neuronas en general. Las simulaciones actuales de Neurociencia Cognitiva Computacional (CCN) están logrando resultados cognitivos significativos basados en una definición simplificada de neuronas (tenemos muchos tipos de neuronas con comportamientos y estructuras especializadas) y sin comprensión de cenadores dendrídicos u otros detalles complejos de nuestra neurología.
Con el tiempo, el modelado CCN madurará para incluir una biblioteca más robusta de modelos neuronales. Esto incluiría un mapeo más completo de los tipos de neuronas y otras estructuras en el cerebro, a los comportamientos. Esto dará como resultado diseños significativamente más complejos que exhiben comportamientos más sofisticados, pero aún serían mucho menos complejos que un sistema nervioso humano.
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Al sacar mi caja de jabón de debajo de mi escritorio, creo que no deberíamos crear un AGI con toda la complejidad y las deficiencias inherentes de los humanos. Ciertamente no queremos un AGI que se enoje y tenga un berrinche. Queremos diseñar una inteligencia general optimizada para humanos (HOGI) que exhiba nuestros mejores comportamientos, no sea víctima de nuestras debilidades y se esfuerce por mejorar la condición humana.
Esto nos lleva al territorio molesto de decidir qué comportamientos son “buenos” y cuáles son “malos”. Considero que un HOGI expuesto al alcance histórico completo de la humanidad será capaz de discernir qué ayuda y perjudica el avance de la sociedad humana. Sabrá cuándo las acciones aparentemente positivas finalmente resultan en resultados negativos.
El conflicto actualmente intratable que emana de la propiedad económica se intensificará. Si bien un HOGI identificará con precisión la distribución más eficiente y valiosa del esfuerzo y los recursos, funcionará peor en la preservación del exceso de riqueza personal. Es casi seguro que se esforzará por distribuir recursos de manera de beneficiar al mayor número de personas y limitar las concentraciones restrictivas de recursos. En resumen, mientras que la población general se beneficiará, los ricos lo serán menos. Dado que un HOGI también será experto en manipular la opinión pública, no está claro cuán agresivamente un HOGI redistribuiría la riqueza; podría decidir que una migración ordenada durante muchos años es lo mejor para nosotros.