La relación entre los dos es que un AGI casi implícitamente logra la conciencia.
Los conceptos filosóficos de la conciencia no son altamente o directamente relevantes para el desarrollo de AGI. Ya existen dos descripciones teóricas de AGI, AIXI y la máquina Gödel, y los documentos que detallan el desarrollo de cualquiera de las dos teorías apenas mencionan la conciencia o la mayoría de los conceptos generales / filosóficos asociados con ella.
Pero esto no quiere decir que los conceptos filosóficos no fueron considerados. Con esto quiero decir, la mayoría de las características emergentes observables del cerebro pueden, hasta cierto punto, reducirse a procesos informativos, logrando así un cierto nivel de generalidad, que en consecuencia puede usarse en el desarrollo de un AGI.
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Esto es diferente de ser relevante para el desarrollo de un AGI , ya que, a través de este enfoque, cualquiera de las definiciones y conceptos filosóficos completos e incompletos con respecto a la conciencia son inherentemente eliminados o implementados. Además, dado que el cerebro humano puede considerarse como un AGI, cualquiera de las características computacionales y emergentes debería surgir naturalmente en cualquier otro AGI diseñado de manera efectiva inspirado por el cerebro. Nuevamente, esto elimina la necesidad de tener que considerar cualquier concepto filosófico, ya que, en realidad, el cerebro apareció antes que la filosofía.
Sin embargo, agregaría que, en el caso de la máquina Gödel, la única consideración importante de la conciencia es la autoconciencia, que en realidad no se limita a las definiciones comprendidas en la filosofía.
Con suficiente tiempo, interacciones con sus entornos o material de entrenamiento apropiado, AIXI y la máquina Gödel son capaces de llegar a un punto donde la mayoría de las características emergentes del cerebro deberían ser observables, incluida la conciencia.
