¿Cómo afectará la producción de grafeno a escala comercial a la industria y la sociedad?

Si Samsung tiene razón sobre su capacidad para fabricar sustratos de grafeno en un tamaño compatible con el procesamiento de semiconductores, seguramente habrán abierto una puerta tecnológica para algo más que la industria electrónica.

Los materiales de grafeno monocristalino de gran dimensión tienen el potencial de revolucionar muchas otras aplicaciones estructurales, mecánicas e incluso químicas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta cómo se está abriendo otra puerta también. Esto implica expandir potencialmente el riesgo para la salud humana que los nanotubos de carbono continúan presentando. Nuevamente, si Samsung, de hecho, evitó o al menos contuvo completamente esta fase material como precursor para formar el producto final monocristalino, entonces bien podrían haber creado una ruta de flujo de fabricación viable que minimizará los riesgos conocidos existentes.

Como señala el artículo, no hay un “interruptor” que apague o encienda el grafeno (especialmente “apagado”). Esta falta de brecha energética sigue siendo un factor decisivo. Será interesante si se puede lograr algún método de dopaje de grafeno (es decir, controlar de manera confiable su conductividad). El trabajo en curso continúa abordando este problema. Ver: Dopaje con nitrógeno en nanotubos de carbono.

Si bien el silicio sigue siendo el elemento más abundante en la corteza terrestre, un número cada vez menor de productores que proporcionan materiales de cristal único significa que el grafeno a base de carbono tendrá una audiencia receptiva. La fabricación actual de dispositivos fotovoltaicos (es decir, células solares) está impulsando la producción de sustratos de polisilicio o “grado solar”. La agitación existente junto con los problemas de suministro relacionados con las fluctuaciones en la capacidad y la demanda aún causan efectos no deseados en la industria de los semiconductores.

Aún más interesante es la posibilidad de que la resistencia mecánica superior del grafeno pueda mejorar el rendimiento de los semiconductores (es decir, menos obleas rotas) y ofrecer una mayor robustez para aplicaciones electrónicas militares y aeroespaciales.