¿Existe un dispositivo de manipulación incorporado dentro de los teléfonos celulares, televisores y dispositivos electrónicos?

Si.

Pero no está oculto.

Los teléfonos celulares fueron útiles. Te permiten hacer llamadas telefónicas o enviar pequeños mensajes, lo suficientemente lento como para que no lo hagas a menudo. Sin embargo, los teléfonos inteligentes han esclavizado a la población del siglo XXI tan efectivamente como lo hizo la televisión en el siglo XX.

Ofrecen gratificación instantánea sin esfuerzo personal. Pequeñas sorpresas como recompensas por nuestra atención. Algo que nos habla directamente, sin juzgarnos. Nos muestra qué pensar, cómo comportarse.

1984 de George Orwell pintó una imagen de una población sometida y controlada por pantallas, incapaz de expresarse debido a un lenguaje simplificado y reducido.

Los dispositivos no necesitan dispositivos de manipulación secreta integrados, el contenido que entregan lo proporciona.