Algunas cosas adicionales a considerar son: si necesita acceso concurrente a los mismos archivos, si ya tiene una gran cantidad de contenido existente que necesita compartir y si prefiere una interfaz similar a un sistema de archivos.
El acceso de edición concurrente descarta productos que bloquean archivos o no tienen versiones. Esto significa los productos de servicio de archivos más tradicionales (como NAS), que dependen del bloqueo para proporcionar consistencia de datos.
Una gran cantidad de contenido existente descarta productos de almacenamiento en la nube (como Dropbox), a menos que esté dispuesto a migrar muchos gigabytes o terabytes de contenido. Además, aunque pueden ser mejores con acceso distribuido frente a un único servidor de archivos, no necesariamente cubren múltiples geografías.
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Las interfaces del sistema de archivos han recuperado popularidad, porque en el uso diario, ir a un portal web (como SharePoint o Box) supone una gran sobrecarga. Acceder a los archivos desde su escritorio resulta ser mucho más fácil y rápido y la gente ciertamente ha votado con sus pies.
Si estos tres requisitos son importantes, deberá buscar un producto que aproveche los datos existentes, utilice la sincronización automática para superar parte de la distancia y la latencia, proporcione detección automática de conflictos y versiones, y proporcione una interfaz de escritorio simple.
Si estos tres no son críticos, entonces quizás DFS, administración de contenido (SharePoint) o almacenamiento en la nube pueden ser suficientes, y puede buscar mejorar los otros dos problemas dentro de esas categorías de productos.