No. No nos estamos moviendo demasiado rápido. Y en general soy optimista.
Si compara el mundo de hoy, con el mundo tal como existía hace un siglo, creo que es imposible no estar de acuerdo en que, en general, la tecnología y la ciencia han tenido un impacto positivo mucho mayor que negativo.
Vivimos más tiempo, somos más saludables, somos menos propensos a morir como resultado de la violencia, somos más educados y más ricos, y nunca ha habido menos hambruna, menos analfabetismo o menos muertes maternas que las que hay hoy en día. por mencionar algunas cosas obvias.
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Pero sí creo que hay desafíos y peligros, y creo que debemos intensificar nuestro juego para contrarrestarlos y garantizar que el progreso continuo beneficie a toda la humanidad tanto como sea posible.
Personalmente, creo que el mayor peligro es que niveles más altos de tecnología desplacen la ecuación del ingreso cada vez más a favor del capital y, en consecuencia, más y más en contra del trabajo. Esto no es un problema en sí mismo, pero genera problemas a menos que contrarrestemos la tendencia de alguna manera.
El problema es que, si bien la capacidad para trabajar está distribuida razonablemente de manera democrática, el capital no. No existe una persona que sea 100 veces más efectiva que la persona promedio para recoger fresas o pintar una casa. Pero existe una persona que controla 100 veces más capital que la persona promedio.
Durante el último siglo más o menos, trabajar y ganar un salario ha sido el principal ingreso para una fracción bastante grande de la humanidad. Eso hace que sea crucialmente importante para la igualdad que una gran parte de la productividad total de la humanidad se destina al pago de salarios.
Si ese ya no es el caso, una tendencia que ya ha estado en marcha durante varias décadas y parece que continuará si no se acelera, entonces necesitamos desesperadamente algún mecanismo alternativo para garantizar el mismo resultado.
Un futuro en el que una fracción cada vez más pequeña de la humanidad controla una fracción cada vez mayor del ingreso total, justificado por nada más que suceder al azar para tener los padres correctos, no es un futuro deseable.
La tecnología es importante para esto porque es uno de los principales mecanismos que nos permite reemplazar a los empleados con capital. No es este reemplazo el que es problemático; de hecho es algo BUENO si podemos hacer trabajos con menos trabajo humano necesario. Lo problemático, en cambio, es que si bien el trabajo está inherentemente, al menos en cierto grado, distribuido democráticamente, no existen límites naturales para la concentración de capital.