Creo que sería un buen concepto pre-SixthSense y pre-iPhone, hoy me pareció vintage.
SixthSense definió un concepto mucho más amplio de mezclar el mundo físico con el mundo digital, y aunque por ahora es solo un prototipo, es más interesante que estar nuevamente atrapado con la idea del “teléfono”.
El iPhone desde su lado creó la idea de la manipulación directa y la pérdida de retroalimentación háptica es un problema menor compensado por la evitación de cualquier mediación.
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El concepto Seabird parece estar atrapado en ser un teléfono e intentar hacer un poco más. No crea un modelo de interacción diferente, como SixthSense o iPhone, y los modelos de interacción que usa son mixtos: ¿debo usar la pantalla o proyectar el teclado? ¿Y qué hay de la pantalla? ¿O la unidad desmontable de panorámica y zoom? ¡No es claro!
Mientras que sobre ingeniería es “genial” porque es complejo y brillante, rara vez es también la solución ganadora. Por lo general, es una forma simple, directa e inmediata de hacer las cosas. 🙂
