No se ha hecho al azar o solo por diversión, tiene una razón muy distinta y decidida.
El formato actual del teclado fue ideado en 1870 por un caballero llamado Christopher Sholes para la entonces máquina de escribir.
Sin embargo, definitivamente no fue el primer formato que apareció, no pasó mucho tiempo para cambiar a este.
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Comenzando con el orden lexicográfico, es decir, ABCDEF, después de varios ensayos y errores y tomando cientos de casos, Christopher Sholes gradualmente alcanzó el QWERTY. Fue realmente bien recibido (evidente por el hecho de que todavía lo usamos).
Cuando se inventó la máquina de escribir, utilizaba una barra de metal para contener los alfabetos de caracteres y el otro extremo de la barra estaba unido a un enlace que transportaba un carro con la tinta recubierta.
Cuando se tocaba una tecla, estampaba su carácter en el papel colocado debajo del carro. Sin embargo, cuando un operador aprendió a escribir a gran velocidad, se notó un cierto defecto.
Cuando se golpeaban dos letras en rápida sucesión, las barras de la máquina de escribir se enredaban y se atascaban.
Christopher Sholes encontró una salida. Propuso que las letras de los pares de letras de uso frecuente deberían estar en diferentes filas.
Por ejemplo, ‘C-H’, ‘S-T’, ‘T-H’, ‘W-H’ y más.
También formuló que para acelerar el proceso de mecanografía, debe haber una alternancia regular entre dos manos. Al observar miles de palabras, colocó las letras de manera que la mayoría de las palabras hicieran uso de ambas manos.
También observó que casi todas las palabras en el diccionario llevan una vocal.
Según él, la vocal más utilizada fue ‘A’ y la letra (no vocal) más utilizada fue ‘S’. Así que colocó ‘A’ y ‘S’ juntas y eligió mantener letras menos comunes como ‘Q’, ‘W’, ‘Z’, ‘X’, ‘C’ alrededor de estas.
Esto se complementó colocando letras bastante comunes como ‘M’, ‘N’, ‘L’, ‘K’, ‘O’, ‘P’ en los extremos derechos para crear una alternancia perfecta entre ambas manos.
Todos estos factores probados con miles de pruebas nos dieron el formato que todavía usamos y que quizás usaríamos hasta la eternidad.
🙂