Esto va a la ponderación de propensión.
La parte más complicada de la encuesta en línea es proyectar la población en línea a la población en su conjunto. Si alguien está “en internet” 40 horas a la semana, es más probable que se encuentre con esa encuesta que alguien que está “en internet” 4 horas a la semana. Por lo tanto, la persona de 4 horas por semana será “ponderada” (es decir, dado que es menos probable que formen parte de la muestra, esencialmente multiplicamos su respuesta por algún coeficiente).
Su punto es bien tomado sobre “ir a internet” frente a que internet solo es parte de nuestra vida diaria. Pero reconozca que gran parte de la audiencia encuestadora no necesariamente interactúa con la tecnología como lo hace gran parte de la población más joven.
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Al final del día, pocas personas realmente están prestando tanta atención a estas preguntas. La respuesta del encuestado se ingresa en un algoritmo y se les asigna un peso en función de la probabilidad de que aparezcan en nuestra muestra.
La investigación de encuestas es posiblemente una de las industrias de movimiento más lento del planeta. Entonces, tal vez en 15 años actualizaremos esta pregunta.
