¿Cómo se comporta la ley de Moore después de la singularidad predicha?

Si el evento propuesto realmente sucediera, asumiría que la tasa de crecimiento de la tecnología simplemente continuaría por un tiempo. Toda la premisa de la singularidad es que el crecimiento tecnológico es exponencial. Por lo tanto, la ley de Moore es solo la tasa actual a la que aumentará la potencia informática. Paradigmas adicionales pueden hacer que el poder de cómputo se duplique cada 12 meses en lugar de 18. Esto no es seguro en este momento, pero las tendencias generales indican que el avance tecnológico sale exponencialmente rápido dependiendo de cuán enfocada esté nuestra investigación. La Singularidad es un punto arbitrario propuesto donde la tecnología está aumentando a un ritmo incomprensible para los humanos (el poder de cómputo se duplica cada día o cada hora). La idea es que este punto propuesto solo puede ser facilitado realmente por una inteligencia artificial enormemente inteligente que haga avances asombrosos en períodos de tiempo que no podemos concebir. En cierto punto, de hecho, muy rápidamente después de la Singularidad, nos acercamos rápidamente a los límites conocidos de la computación universal, lo que detendría el progreso o lo ralentizaría dramáticamente, pero no se sabe exactamente cómo se desarrollaría la vida después del punto. Esa es parte de la definición de la Singularidad. Me gustaría mencionar que la Singularidad como concepto también es objeto de acalorados debates. Aunque la tecnología parece seguir leyes exponenciales, debemos tener cuidado de comprender que la IA no es solo un problema de potencia informática. Hay posiciones legítimas que argumentan que la conciencia ni siquiera es computacional, y por lo tanto arrojar más transistores en un chip no va a crear espontáneamente inteligencia a nivel humano. Creo que, según nuestros niveles de interés actuales y la tasa a la que estamos haciendo descubrimientos, es casi seguro que lo resolveremos para fines de siglo, probablemente incluso dentro de 50 años, pero decir que sucederá para 2030 se basa en la suposición de que todo lo que necesitamos es poder para simular un cerebro.

No es una ley real. Es solo una observación, con alguna base en la geometría del dispositivo, que se convirtió en un modelo y una profecía autocumplida.

Si se produce la “singularidad”, haremos nuevas observaciones y, si es necesario, un nuevo modelo. Cualquier otro enfoque es adivinar.

Si puede predecir eventos después de esto, no es una singularidad tecnológica.

Esa es la singularidad, el punto en el futuro después del cual la tasa acelerada de cambio tecnológico hace que sea imposible hacer predicciones extrapolando desde el presente.