El problema es que todavía no sabemos cómo funcionaría la interfaz entre el cerebro y esos implantes. El cerebro se ha especializado para manejar varios tipos de información sensorial, pero para conectarse a nivel digital, el cerebro tendría que aprender un nuevo truco.
Cuando se trabaja con los sentidos normales, la vista y el sonido serían las formas más útiles, pero ambos siguen siendo demasiado complejos para funcionar. Ya ha habido implantes que permitirían a las personas ciegas “ver” (Esto es lo que sucedió cuando los científicos le dieron a las personas ciegas un “ojo biónico”), pero estas soluciones aún requieren una visión rudimentaria y no verdadera. Pero ya estamos más avanzados con los sonidos, por lo que quizás Internet podría implementarse como sonidos para un implante tan biónico.
También tendría el desafío de enviar señales hacia Internet. La mayor parte del gasto cerebral se destina a controlar los músculos, por lo que el implante cerebral tendría que reutilizarlos. Sin embargo, necesitaría aprender algunas habilidades motoras finas para enviar las señales correctas a través de dicho implante. Y el implante deshabilitará algunos de los músculos existentes, lo cual no es práctico a menos que también los falte.
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Entonces, las primeras personas que recibirían tales implantes serían personas con ciertas discapacidades. Si pierde un brazo o una pierna, entonces tiene muchos nervios disponibles para conectarse al implante y simplemente aprenderá a reajustarlos. Pero la mayoría de las personas preferiría usar esos músculos para una prótesis de brazo o pierna, lo que les permite caminar o agarrar cosas nuevamente. Lo mismo se aplicaría a las personas ciegas o sordas, que preferirían que se les restaurara la vista o la audición antes que reemplazarla con Facebook o lo que sea.
Por lo tanto, es poco probable que tales implantes se usen solo para una simple conexión a Internet. Pero si podemos agregar más nervios al cerebro y, por lo tanto, tener más conexiones, un implante cerebral podría volverse interesante. Probablemente significaría más investigación con células madre, ya que tendríamos que hacer células cerebrales adicionales y hacerlas crecer encima de algún implante para que puedan conectarse entre sí. Luego, el implante con células cerebrales podría conectarse al cerebro, con la esperanza de que todo se conecte entre sí. Cuando eso suceda, el paciente necesitará acostumbrarse a su nueva parte del cerebro y aprender a usarlo. Eso también se volverá extremadamente complejo y requerirá mucho tiempo.
¿Y mejorará la experiencia de Internet? Probablemente no. Sin embargo, estos implantes nos ayudarían a operar todo tipo de maquinaria. ¿Pero hacer publicaciones en el programa parpadeando? Probablemente no va a suceder, ya que a nadie le interesaría ese tipo de funcionalidad.
Y este tipo de investigación es demasiado costoso para experimentos tan frívolos …