Veo dos cosas: puede ser una pérdida de tiempo y recursos dentro de la empresa, y también podría ser un desastre de relaciones públicas.
Si no se administra, la voluntad de una empresa de unirse a la multitud y tener un sitio web o un blog, y llegar a sus clientes a través de las plataformas sociales puede llegar a ser un callejón sin salida. Se malgastarán recursos, tiempo y dinero.
Internet es una voz que debe utilizarse de manera adecuada, coherente con el resto de las tácticas de marketing y comunicación dentro de la empresa. Una estrategia necesita ser desarrollada e integrada. Los objetivos deben determinarse y los resultados deben medirse. De lo contrario, los recursos se desperdiciarán de manera épica.
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Los medios digitales e Internet son herramientas que requieren planificación y capacitación. No puedes simplemente entrar y esperar que las cosas funcionen por sí mismas. Lo que parecía simple en la cabeza de un gerente no preparado se convertirá en un sumidero presupuestario antes de que nadie se dé cuenta.
Donde solía haber un “chico informático” que podría construir un sitio web para su negocio, ahora hay innumerables agencias llenas de trabajadores talentosos y especializados cuya experiencia en SEO, UX, PHP, Python, ergonomía, servicios web y otras áreas son necesarias .
En cuanto a las relaciones públicas, demasiadas empresas reaccionarán demasiado rápido a un problema, hablarán groseramente con un cliente en línea o se asombrarán ante un desafío de relaciones públicas. Otras compañías quieren “volverse virales” y optar por atrevidos trucos de relaciones públicas que terminan arruinando su reputación. Lo que se dice en línea puede llegar a millones de personas. Algunos piensan que es bueno, pero también puede ser peligroso.
Es una espada de doble filo y muy afilada que debe manejarse con habilidad.
