Por defecto, el código del contrato es inmutable. Los únicos contratos que pueden actualizarse son los que tienen la capacidad integrada desde el principio.
Los contratos son de código abierto, ya que están integrados en el libro mayor público de Ethereum. Por lo tanto, es posible verificar si un contrato con el que está interactuando podría actualizarse.
Muchos contratos funcionarán mejor sin capacidad de actualizarse porque los usuarios del contrato no tendrán que preocuparse por confiar en nadie.
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Si un contrato tiene capacidades de actualización automática, los participantes deberán determinar si confían en el proceso de toma de decisiones en torno a las actualizaciones. Algunos contratos pueden ser autoritarios (es decir, actualizables por una persona en particular). En ese caso, los usuarios tendrían que confiar en esa persona. También es posible hacer contratos que podrían ser más democráticos, con algún tipo de proceso de votación de los interesados.
