¿Cómo se va a frenar la guerra cibernética?

Las amenazas persistentes avanzadas (APT, por sus siglas en inglés) son el término que utilizamos en la industria, representan cualquier amenaza que tenga algún tipo de capacidad de piratería avanzada con un objetivo mayor que el de los niños de script normales (por ejemplo, Stuxnet). Con las capacidades crecientes de las técnicas modernas de guerra cibernética, es muy difícil de detectar. A veces, los piratas informáticos son descuidados y dejan pistas como el lenguaje humano utilizado por el compilador o los patrones de codificación utilizados. El problema es que no tienes garantía de que estos patrones o pistas no sean pistas falsas. Por ejemplo, podría ser un pirata informático alemán atacando servidores japoneses e intentando desviar los intentos utilizando patrones o sugerencias de códigos conocidos de Estados Unidos e Israel.

La perspectiva legal se vuelve un poco más complicada, la mayoría de los gobiernos ya tienen leyes muy vagas cuando se trata de tecnología como el debate sobre el cifrado de Apple. Debido a que es muy difícil identificar sólidamente las amenazas, esto recae más en la caja de herramientas de técnicas empleadas por organizaciones encubiertas que en un equivalente digital de un “Choque y temor”. Debido a eso, el marco legal aquí es realmente confuso a menos que esté trabajando en defensa activa.

Para responder una de sus preguntas en relación con el rastreo de piratas informáticos y que cada vez parece más y más imposible, la respuesta es no, no es más difícil que hace 10 años, o incluso hace más tiempo.

Los atacantes todavía están usando:

  • Proxies
  • Colina
  • VPN
  • Servidores comprometidos
  • Tecnología inalámbrica

La única diferencia es que algunos atacantes (principalmente script kiddies) se han vuelto menos agresivos al atacar sin poderes.