¿Cuáles son los principales síntomas y causas del virus del caballo de Troya?

“Caballo de Troya” no se refiere a un virus en particular. Técnicamente hablando, no se refiere a un virus en absoluto, ya que los troyanos y los virus son dos tipos distintos de malware. La distinción más simple es que un virus se propaga y se replica infectando otros archivos, es decir, inyectando su propio código en ellos, mientras que un troyano no infecta archivos.

Por “causas” supongo que te refieres a las formas en que obtienes un troyano en tu sistema. Algunas formas comunes en que esto puede suceder son descargar archivos de sitios web poco confiables, como los que se centran en la piratería o los torrents. A menudo se disfrazan como un archivo que deseas, de ahí el nombre de “caballo de Troya”, una referencia al mito de los soldados que invadieron la ciudad de su enemigo escondiéndose dentro de un gran caballo de madera que fingieron que era un regalo. Sin embargo, no siempre es tan simple. Los troyanos más efectivos aprovechan las fallas de seguridad en un programa como un navegador web o un complemento para descargarse e instalarse silenciosamente en su computadora sin ninguna acción de su parte que no sea simplemente ver una página web comprometida.

En cuanto a los síntomas: en el clima de cibercrimen actual, la idea es que el malware permanezca sin ser detectado el mayor tiempo posible. Por lo tanto, los creadores del troyano generalmente tratarán de evitar que su malware cause síntomas obvios. No esperes que una calavera de risa parpadee en tu pantalla como en las películas. Algunos objetivos comunes de los troyanos actuales incluyen programas de seguridad comprometedores, a veces instalando malware adicional como un rootkit para esconderse de los antivirus, robando información confidencial como contraseñas, cuentas bancarias, identificando datos personales y similares, actuando como “ransomware” encriptando sus archivos y exigiendo el pago para restaurarlos, o agregando su computadora a una “botnet” de sistemas comprometidos que se pueden controlar de forma remota en masa para hacer cosas como lanzar ataques DDoS (denegación de servicio distribuida) contra sitios web y redes al sobrecargarlos con intentos de conexión.