A continuación se enumeran las características de las aplicaciones que potencialmente pueden ser bien servidas por una plataforma blockchain (como Ethereum, pero como probablemente sepa que hay muchas otras). No todos estos deben estar presentes al mismo tiempo para que una plataforma blockchain sea una buena opción, pero todos se aplican.
- Existe un repositorio compartido (típicamente alguna forma de libro mayor) de información utilizada por múltiples partes
- Hay múltiples “escritores”, es decir, diferentes partes pueden agregar datos (es decir, transacciones) al repositorio
- Hay una mínima (o incluso ninguna) confianza entre las partes
- Actualmente hay uno o más intermediarios centrales presentes cuya función principal es actuar como una autoridad para permitir la confianza. Una cadena de bloques puede eliminar estos intermediarios o al menos reducir en gran medida su importancia, acelerando así el proceso de transferencia de información y / o valor.
- Hay una dependencia entre las transacciones creadas por diferentes partes (Alice paga a Bob, Bob luego necesita enviar fondos a Charlie. La transacción de Bob depende de la transacción de Alice, y no puede verificar la transacción de Bob sin verificar primero la de Alice)
- Específicamente para Ethereum y otras blockchains que tienen contratos inteligentes: existe la necesidad de un enfoque basado en contratos, donde los participantes de blockchain hayan acordado los términos y condiciones, y necesitan la certeza absoluta de que estos contratos no se pueden cambiar y siempre se hacen cumplir.