Hace 5 años, nadie hubiera imaginado que la nube (como lo es hoy) sería tan transformadora. Con esto en mente, es casi imposible adivinar hacia dónde va la nube.
Dicho esto, hay algunas tendencias que son claras: qué es la nube y qué no es la nube se volverá más borrosa (¿o nublada?). La infraestructura dedicada estará disponible a través de una API, a pedido, facturado por día o por hora, tal vez. Los proveedores de virtualización están agregando más características similares a la nube a sus nubes.
Las nubes híbridas son el futuro: una combinación de nube y tecnología dedicada, virtual y física, en las instalaciones y fuera de las instalaciones, propias y arrendadas: la tecnología romperá las barreras y permitirá a las empresas tomar decisiones basadas en la economía.
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SaaS continuará creciendo para aplicaciones generalizadas, IaaS continuará creciendo y mi predicción personal es que PaaS seguirá siendo un nicho hasta que se fusione con IaaS como plataformas privadas PaaS y contenedores estandarizados.
Podría escribirse un libro sobre el futuro de la nube, pero quería compartir estos pensamientos