Numerosos estudios académicos indican que jugar videojuegos tiene muchos beneficios psicológicos e incluso físicos para nosotros.
- Juegos estratégicos como “Starcraft” pueden aumentar la “flexibilidad cerebral” de un jugador. que algunos científicos describieron como “una piedra angular de la inteligencia humana.
- Según un estudio de la Universidad de Iowa, jugar un juego de bromas cerebrales durante unas pocas horas a la semana puede ayudar a disminuir el grado de deterioro mental asociado con el proceso natural de envejecimiento.
- Un estudio de la Universidad de Padua indica que los videojuegos definitivamente no son malos para el cerebro de los niños pequeños. Los investigadores italianos presentaron evidencia de que jugar videojuegos de ritmo rápido puede mejorar las habilidades de lectura de los niños con dislexia.
- En noviembre de 2012, los científicos de la rama médica de la Universidad de Texas en Galveston realizaron un experimento en el que los jugadores de secundaria, los jugadores universitarios y los residentes médicos compitieron para ver quién podía realizar una mejor cirugía virtual. Los estudiantes de segundo año de secundaria, que jugaban videojuegos dos horas al día, superaron dramáticamente tanto a los jugadores universitarios (que jugaban cuatro horas de videojuegos diariamente) como a los residentes médicos (que solo tenían una experiencia de juego esporádica).
- En 2010, los investigadores presentaron evidencia en la reunión científica anual de la American Pain Society de que los videojuegos, específicamente aquellos con énfasis en la realidad virtual, han demostrado ser efectivos para reducir la ansiedad o el dolor causado por procedimientos médicos o enfermedades crónicas.
- En el estudio de 2009, los jugadores de acción expertos jugaron juegos de disparos en primera persona como “Unreal Tournament 2004” y “Call of Duty”, mientras que los jugadores de acción sin experiencia jugaron “Los Sims 2”. Aquellos que jugaron los juegos de disparos vieron un impulso en su “función de sensibilidad al contraste” o la capacidad de discernir cambios sutiles en el brillo de una imagen.