Nadie se olvida, pero es correcto decir que no importa. La innovación y la imitación siempre están juntas en un mercado competitivo.
El iPhone salió en 2007 y de alguna manera fue el peor teléfono de su tiempo. Al igual que hoy, la gente publicó fotos de comparaciones de especificaciones. La única diferencia: lo compararon con los últimos teléfonos Nokia en lugar de un Android.
Si creías en estas fotos, entonces iPhone era una estafa. Se tiró dinero, porque tienes muchas más funciones con el nokia. Y después de la desaparición de Nokia, esta tendencia continuó, Android tenía mejores especificaciones y más funciones, pero les llevó años desarrollar un teléfono que realmente se sintiera como un iPhone.
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¿Por qué hicieron eso? Porque el iPhone fue un éxito. A la gente le encantó, pero nadie entendió por qué. Esos teléfonos eran una tecnología de mierda, exagerada y moderna. Sin embargo, muchos compraron uno. Compraron uno porque era fácil de usar, era hermoso y nuevo. Era innovación, era algo inevitable en algún lugar, era una mejor manera de construir teléfonos y no tenía sentido negarlo. Todas las compañías telefónicas que no lo habrían imitado probablemente habrían muerto (por ejemplo, Nokia, Blackberry tampoco lo lograron).
Al final, debemos tener en cuenta que esta imitación de socios viables y competitivos es una de las razones por las cuales el mercado de teléfonos inteligentes tiene competencia y la competencia es importante. Sin él, existe un monopolio o solo hay un vendedor que nunca podría satisfacer las necesidades de todo el espectro de clientes. Entonces sí, no importa.
Cada cliente tiene sus propias preferencias y esa es la belleza del mercado libre.