Un enrutador inalámbrico típico, como su nombre lo indica, combina la función de un enrutador (incluido el firewall y la funcionalidad NAT), un conmutador con cable (generalmente de 4 puertos) y un punto de acceso inalámbrico. Los enrutadores inalámbricos más avanzados agregan puertos USB para proporcionar funciones NAS o de servidor de impresión, entre otros.
El problema más común que he tenido con los enrutadores inalámbricos es la estabilidad. Con tantas funcionalidades empaquetadas en una pequeña caja con una pequeña CPU y una RAM minúscula, es probable que se vuelva inestable cuando entre en juego una mezcla de cosas:
- Interferencia inalámbrica: más allá de lo que sabemos acerca de la interferencia que afecta el rendimiento inalámbrico, hay un hecho un poco menos conocido de que cuanto más frecuente tiene que retransmitir algo porque el último se ‘atascó’ por una transmisión concurrente es que lo hace mientras usa bastante un poco más de tiempo de CPU … recursos que de otro modo se habrían utilizado en otros lugares, como el enrutamiento, el filtrado u otras funciones más importantes. La estabilidad empeora en entornos de muy alta interferencia.
- Múltiples clientes inalámbricos: si tiene más de 10–15 clientes inalámbricos (lo cual es un escenario común hoy en día), descubrirá que muchos enrutadores inalámbricos de nivel de entrada comenzarían a volverse inestables cuando su recuento de usuarios inalámbricos llegue al doble dígitos En muchos casos, el enrutador inalámbrico se quedaría sin RAM y simplemente se bloquearía.
- Firmware con errores: para empezar, con pequeños recursos de hardware, es un desafío para los desarrolladores de software escribir código optimizado cuando la cosa intenta ser muchas cosas. Luego está el hecho de que estos son producidos en masa, hechos por el mejor postor OEM, y prácticamente se apresuraron a salir de la fábrica para ser puestos en manos de los consumidores, lo que nos hace inconscientes usuarios ‘beta’.
En la mayoría de los casos, sería necesario un reinicio o un ciclo de encendido para restaurar la funcionalidad.
Con los usuarios inalámbricos en su punto más alto de todos los tiempos, tal vez incluso superando en número a los usuarios con cable en la mayoría de los hogares, es más probable que se encuentre con cualquiera de los problemas mencionados anteriormente. Con eso en mente, hay algunas maneras de solucionar estos problemas.
Para redes domésticas a prueba de futuro, es posible que desee tomar prestada una página de diseños de redes empresariales. Por lo general, las redes más grandes con el rendimiento y la escalabilidad en mente separan el enrutador, la conexión inalámbrica y las funciones de conmutación en sistemas discretos. De esa manera, puede actualizar cada ‘módulo’ cuando sea necesario.
Por ejemplo, si está actualizando a un ISP que proporciona varios cientos de mbps, puede obtener un enrutador / firewall adecuado que pueda manejar tanto ancho de banda y rendimiento sin causar un cuello de botella. Si sale un nuevo estándar inalámbrico que desea aprovechar, simplemente reemplace los puntos de acceso inalámbrico, y así sucesivamente. Al principio, un enfoque modular costará más pero le ofrecerá la mejor capacidad de expansión, versatilidad y estabilidad de la red.